Es algo muy importante para una mujer. Es algo bastante peligroso además --- pues, peligroso para la autoestima. Es a la vez una cosa cotidiana.
Te hablo de la primera visita a la peluquería. Ya Heidi tiene dos años y media. Le llevé de la mano y subimos la colina a las tiendas de nuestro barrio de Randwick.
Heidi se emocionaba pero cuando llegamos a la peluquería tenía ganas de escapar. No pasa nada, el peluquero tenía una capa --- ¿la palabra adecuado? --- de Los Wiggles para envolver a ella. No me caen bien Los Puta Wiggles pero, bueno, pueden resultar útiles a veces.
Se acabó el corte de pelo. Nos dieron un trozo del pelo corte en un sobre y el servicio era gratis, lo que me sorprendió.
3 comments:
Tiene que estar guapa :)
Eso sí, palimp. Eso sí. A mi no me molesta mucho estar feo.
eso es verdad, tienes toda la razón del mundo
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