Tuesday, June 20, 2006

El adobe australiano




Me duele la espalda, me duelen las piernas, me duele el trasero. Y yo no hice mucho ya que soy muy flaco. Acabo de ayudarle a mi amigo Vid, que está construyendo su casa de adobe.

Por cierto, me interesa leer que la palabra adobe deriva del árabe at-tub por el ladrillo.

Tuesday, June 13, 2006

Flotando por el aire




Acabamos de volver de Brisbane, esa capital norteña de Australia. Nos encantaron las casas de madera --- las que se llaman Queenslanders (después el estado de Queensland) o sus semejantes --- pero claro que hay edificios de otras tradiciones.

El edificio en la foto --- está en el barrio de West End --- me cae bien. No sé por qué exactamente. Quizás sea por la ironía del gran nombre que alguién puso a un edificio tan chico. Además el nombre me trajo recuerdos de la pelí Los tres entierros de Melquiades Estrada, que obviamente no tiene nada que ver con el mundo arquitectónico de Brisbane.

No pasa nada. Me gustó la mezcla de son y sombra en la imagen y la cabeza que está flotando por el aire, aparentemente sin cuerpo.

Monday, June 05, 2006

Maldita sea

La maldita literatura. Se puede compilar una antología debajo este título. A veces el don les parece a los escritores algo pesado, una maldición. No obstante, cuando sufren de esta manera pueden escribir muy bien. Es curioso, ¿no?

Aquí está un poema de Blas de Otero con mi traducción bastante libre.

Verbo clandestino

Es terrible tener que escribir. Te juro
que quisiera perder la memoria, el hilo
del pensamiento, la clave de las asociaciones
insólitas,
el absurdo teatro de la imaginación,
es preferible perder
el habla, la respiración, los dedos,
a tener que escribir recordando, volviendo
del revés el pensamiento, enredando
los hilos de las marionetas
construyendo asociaciones insólitas, tales como "mas vale
morir que huir de rodillas¨,
"la primavera ha venido de visita", y otras majaderías por el
estilo,
a causa del estilo,
prefiero callarme y bostezar hasta perder la respiración,
el hábito
y la necesidad de escribir que soporto pacientamente como
una de tantas calamidades de mi vida.



Words undercover

To have to write is horrific. I swear
I´d wish to lose my memory, the thread
of thought, the key that unlocks odd
associations,
the absurd theatre of imagination.
Better to do away with
speech, breathing, fingers
than have to write, remembering, hauling
thought back from the other side, tangling
the puppet strings,
making odd associations like "better
to die than escape on one's knees",
"spring has come for a visit" and other nonsense for style´s sake.
Because of style.
I prefer to keep quiet and yawn until I lose my breath,
lose the habit
and the need to write, which I suffer patiently as
one of the myriad calamities of my life.