Friday, April 06, 2007

La máquina del descanso



Me intriga el artista R.B. Kitaj desde hace mucho tiempo.

Supongo que ya no está de moda. De todas formas, es difícil de obtener carteles de sus obras. He tenido este cartel --- puedes ver un detalle en la foto --- durante unos años. Ayer, por fin, lo colgué en la pared.

Se llama Cecil Court, London y utiliza una zona de libreros como una escena para personajes y ideas del teatro (¿perdido?) yiddish.

Kitaj ha profundizado en la historia. Sus escritos son de estilo excéntrico; son sorprendentes, fascinantes. Conozco muy pocos artistas contemporáneos que escriban bien o que tengan algo interesante que decir.

Kitaj es un gran lector.

Aquí puedes verlo leyendo en La máquina del descanso. Tengo yo la misma silla, que fue diseñado por Le Corbusier.

Ya puedo leer, mirando a Kitaj leyendo.

posdata: Kitaj llegó a San Feliú de Guíxols por la primera vez en 1953. Conoció a Josep Vicente Roma, que más tarde fue el alcalde. Bueno, se hicieron amigos. Kitaj solía pasar los veranos en San Feliú y llegó a comprar una casa allí. Su caudro, Vivir tranquilamente (los cantantes), fue inspirado por la gente que conocía en San Feliú. Parece una obra sencilla pero, para mí, cuenta con una magia sentimental.

2 comments:

Felipe Chávez G. said...

le corbusiere fue contratado para hacer el Plan Piloto para Bogotá, su postulado básico de que la ciudad se quedaría como un centro administrativo, fue transformado por la realidad; pasados 30 años la ciudad empezó a sobrepoblarse y hoy tiene mas de 7 millones de habitantes... toda una metrópoli latinoamericana.

el plan piloto de le corbusiere determinó gran parte del desarrollo urbanístico de la ciudad y obviamente de la arquitectura como profesión, aquí es todo un ícono.

todo esto para decir que me da envidia tu silla

Yotro said...

Muy interesante lo del Plan Piloto. Entonces Bogotá es una ciudad bastante nueva.

Tiene una población parecida a la de Sydney, mi ciudad natal (aunque nuestro centro administrativo es Canberra, que fue una obra del arquitecto Walter Burley Griffin y que falta el alma, según mucha gente).

Bueno, supongo que es más facil para diseñar una silla que una ciudad.