¿El abuelo de Adrian Brody?
Estaba leyondo El Quijote, en la traducción nueva de Edith Grossman.
Estaba bebiendo una copita del amontillado con hielo. Casi se fue el verano aquí en la costa del Pacífico.
De repente, me trajeron recuerdos de Córdoba.
Córdoba. Lejana y sola.
Nos perdíamos y chocamos con la casa de Manolete.
Habíamos toreado el silenco en el Museo Taurino.
Al caer la noche, entramos en un bar como la cueva de Montesinos y pedimos un vino típico, algo parecido al amontillado.
Otra copita, ahora mismo. Algún día, sí volveré a Córdoba. Algún día, voy a poder leer El Quijote en las palabras frescas de Cid Hamet Benengeli.
3 comments:
Hola, acabo de descubrirte.
Besitos desde España.
Gracias por la visita, ixtell.
Muy bueno blog!
www.SpaniCity.com
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